Segundas Entrevistas a padres de familia
Miércoles, 27 de febrero de 2019
Planeación
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Sujetos de las entrevistas: Padres de familia de niños entre 4 y 11 años.
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Fecha y hora: Miércoles, 27 de febrero del 2019; de 5:00 pm a 6:00 pm.
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Lugar: Universidad Iberoamericana Puebla y Geovillas Atlixcayolt.
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Entrevistadores: Eduardo García, Ricardo Platas y Paulina Ramos.
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Objetivo: Interactuar con nuestro potencial usuario para conocer las emociones de los padres, así como comportamientos y actitudes de sus hijos durante el proceso de compra/juego/post-juego de videojuegos. El objetivo es conocer frustraciones y dolores que los padres pudieran sentir en puntos de encuentro entre los videojuegos y sus hijos, así mismo, descubrir oportunidades y herramientas que los padres ya estén usando o que nosotros potencialmente podamos proporcionarles.
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Herramientas de entrevista: Guiones de entrevista, celulares para fotografías.
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Preparación: Redacción de un guión de entrevista pensando en obtener un tipo de Journey Map de cada padre. Se visitaron las diferentes coordinaciones de la Universidad Iberoamericana Puebla, preguntando a las personas que trabajaban por padres con hijos entre 4 y 11 años. Una de las maestras nos proporcionó un promedio de 8 nombres de padres y madres. Se buscaron las oficinas de dichas personas.
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Guía de entrevista: cabe recalcar que no quisimos hacer una entrevista convencional. Quisimos obtener sobre todo experiencias, anécdotas y opiniones, por lo que no queríamos hacer preguntas mecanizadas. A pesar de eso, hicimos una guía de preguntas que nos servirían para encaminar a los padres al momento de preguntarles.

Evidencias y Resultados
Se adjuntan las fotos y transcripciones de los resultados las entrevistas.
Dra. Ivonne Tapia Villagómez - Directora del Departamento de Negocios en la Universidad Ibero Puebla. Hijo varón de aproximadamente 8 años.
Mencionó que es como si su hijo hubiera “nacido con una tablet integrada”. El niño aprendió a navegar por internet poco después de haber empezado a escribir. Navega de manera muy fácil y se mete a todo tipo de páginas con juegos.
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Dolor de la madre: su hijo tiene mucha libertad para navegar. Menciona que hay juegos didácticos pero que también hay juegos violentos. Dice que muchas veces los papás no tienen el control de todo.
Al preguntarle a la Dra. Ivonne si su hijo, aparte de jugar videojuegos por internet, juega algún tipo de consola, el niño rápidamente contestó que tiene un Xbox, donde juega un juego de vaqueros. Le preguntamos si se refería al videojuego “Red Dead Redemption 2”, puesto que inferimos que era este el que mencionaba por estar de moda sobre todo en plataformas como Youtube, aparte de que no hay muchos juegos de vaqueros considerados populares para plataformas como Xbox. El niño afirmó nuestra sospecha, puesto que contestó que sí. Le preguntamos a la madre qué opinaba de que su hijo juegue un videojuego para mayores de edad y porqué le permitió jugarlo. Ella contestó que tiene hijas mayores que lo juegan y su hijo las observa mientras lo hacen, por tanto, ella deja que él se una con sus hermanas. Dijo que si él estuviera solo, le buscaría juegos mucho más sencillos. Expresó también que la influencia del entorno es un factor que hace que él quiera ese tipo de juegos, ya que si no son sus hermanas, sus amigos pueden hablar sobre videojuegos que luego él pueda querer jugar.
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Dolor de la madre: Dijo que no hay mucha información de las clasificaciones para tenerlas presentes. También que muchas veces para saber que tipo de juego comprarle o para saber de qué trata la única manera es pedir asesoría al vendedor.
Le preguntamos a la Dra. sobre el viaje que hace al comprarle un videojuego. Dijo que ella y el padre lo llevan a la tienda, y que generalmente piden una demostración del juego.
Después le preguntamos sobre el comportamiento de su hijo mientras juega videojuegos. Nos dijo que él generalmente no se quiere despegar del juego, llegando a obtener un comportamiento un tanto obsesivo. También que él deja de prestar atención a otras cosas de su entorno. Al final, cuando logran despegarlo del juego, el niño hace berrinche. Los padres deben buscar entonces otra forma de entretenimiento para él, como dibujar o jugar legos (que le gusta mucho).
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Dolor de la madre: Los padres no saben qué hacer para que su hijo entienda los límites de su tiempo de juego.
Continuando con lo anterior, nos dijo que si fuera por su hijo, estaría en la tableta 2 o 3 horas. La Dra. Ivonne recalcó la importancia de que su hijo haga otras actividades además de jugar videojuegos, porque son las distintas actividades las que le permiten a él desarrollar distintas habilidades.
Acto seguido, le preguntamos cuales son las emociones que siente cuando su hijo juega videojuegos. Nos dijo que con juegos de retos se siente generalmente cómoda, que es un alivio ver a su hijo concentrado y ocupado. En juegos de eliminación (ejemplo: donde tienes que matar) ella siente preocupación, así mismo siente frustración cuando él hace rabietas al quitarle el juego.
Nos dijo que también siente alivio cuando, por ejemplo, ve que el juego está en inglés, porque significa que su hijo puede aprender o practicar otro idioma. Siente este mismo alivio cuando los juegos contienen problemas de la cotidianidad que involucran el desarrollo de un juicio de valor.
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Dolor de la madre: hay una preocupación por los juegos “violentos”, así como un sentimiento de frustración al tratar el tema del tiempo de juego de videojuegos con su hijo.
Finalmente le preguntamos acerca de las horas de juego de su hijo. Nos respondió que él juega después de la comida un promedio de media hora.
Fernando García González - Coordinador de Maestría de Administración de Empresas de la Universidad Iberoamericana Puebla. Hijas de 7 y 15 años.
Nos dijo que sus hijas no juegan videojuegos porque él no lo permite. Ellas no han pedido videojuegos porque no han tenido contacto con éstos. Las niñas poseen smartphones (iPhones), donde también el padre controla las aplicaciones y juegos que pueden descargar. Por ahora sólo tienen una app llamada “Lumosity” y otra de matemáticas. En otras ocasiones, él les baja los juegos que ellas juegan y siempre está con ellas para verlas jugar.
El maestro Fernando recalcó que siente que los juegos son muy violentos, poniendo de ejemplo Halo. También cree que los juegos causan adicción, por lo mismo no deja que sus hijas se introduzcan en ese mundo.
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Dolor del padre: siente que los videojuegos son violentos y que causan adicción.
No está dispuesto a comprar juegos para sus hijas, prefiere inculcarles el deporte y sobre ello tener una ganancia de comunicación con ellas. Por lo mismo, sus hijas prefieren jugar poco y aprovechar su tiempo en otras cosas. Nos comentó que su hija mayor cabalga y su hija menor practica un arte marcial.
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Dolor del padre: los videojuegos no le dan a sus hijas los mismos beneficios que otras actividades no tecnológicas como el deporte.
María Isabel Villaroel - Área de Proyectos para la Investigación y Superación Académica. Dos hijos, uno de 2 y una de 4 años.
María nos dijo que su hija muestra interés en los juegos y en los móviles, pero no le gusta que los agarre mucho. Aún así, su hija hace berrinche cuando le quitas los dispositivos, siente que se frustra. Ellos no tienen videojuegos, pero sus primos sí y ahí es donde juegan o al menos observan.
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Dolor de la madre: no sabe qué hacer para que su hija entienda los límites de su tiempo de juego.
No conoce las clasificaciones de los juegos. Al contarle sobre éstas, empezó a anotar estos datos y se mostró interesada. Ella nos dijo que está totalmente deslindada de todo lo referente a la tecnología.
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Dolor de la madre: no conoce las clasificaciones de los videojuegos. Así mismo, hay un desconocimiento a lo tecnológico, que hace que no se interese por los videojuegos.
Mencionó que los juegos no ayudan porque (dependiendo del juego) “sobrecargan”, no sabe controlar los videojuegos y por eso le preocupa el que sus hijas los use. Hace una división entre que los juegos son una maldición y bendición de la época. Le preocupa que no haya juegos que ayuden.
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Dolor de la madre: ve a los videojuegos como algo malo, tiende a “satanizarlos”. No reconoce los beneficios de los videojuegos ni sabe aprovecharlos. Desconoce juegos que beneficien a sus hijos.
Dice que hay juegos pensados para enganchar a la gente, que son juegos que causan vicios. Ella supone que este tipo de juegos hace que a los niños les cueste detenerse y los deja “encendidos”, que es algo que observa en sus sobrinos tras una sesión con sus consolas de juego. Cree que cuando les pone límites, los niños se exaltan y que estas reacciones dan paso a la prohibición total de un videojuego.
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Dolor de la madre: le cuesta manejar límites en los videojuegos, supone que los niños se frustran tras quitarles un juego.
Prefiere los juegos para socializar que para crear un vicio. Dice que los juegos no te vuelven violento, pero se te puede normalizar la violencia al jugar tanto. Opina que normalizan conductas que antes estaban prohibidas. Ella está consciente de que el contexto familiar tiene influencia sobre la violencia en general.
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Dolor de la madre: hay una preocupación por los videojuegos “violentos”.
Le ayuda que sus hijos jueguen, dice que un niño sentado no es un niño feliz. Además, ella como madre queda satisfecha después de jugar, aunque dijo que prefiere que sus hijos jueguen a la pelota a que jueguen videojuegos.
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Dolor de la madre: desconoce los beneficios de la combinación de actividades tecnológicas y no tecnológicas.
Dice que tiene bien claro que no sabe de los videojuegos, le falta conocimiento. Dijo que este tipo de información sería perfecto que la dieran en los Colegios. También que dieran boletines, infografías o algo que les diga a los papás al respecto del tema. Otros recursos podrían ser mini-videos por Facebook, o algo para la casa que sea familiar y provoque la unión a base de retos.
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Dolor de la madre: falta de conocimiento acerca de los videojuegos y el control de éstos con su hijo.
Liliana Miceli Sol - ama de casa. Hijos varones de 17 y 9 años.
Trabajando con Liliana antes, nos mencionó que sus hijos juegan videojuegos, y que ella está a favor de los mismos, ya que cree que ayudan a desarrollar diversas habilidades en ellos, por lo que iniciamos preguntando directamente qué hace cuando no conoce un videojuego. Ella nos respondió que lo googlea para saber de qué trata y si es apto para sus hijos.
Nos empezó a contar la siguiente anécdota: Su hijo de 9 años le pidió el videojuego llamado “Grand Theft Auto V” (GTA). Ella en primera instancia le dijo que sí, pensando que era un juego infantil similar a los de “Lego”. Ella después buscó información del juego y se dio cuenta de que era un tanto agresivo y violento. Al saber eso le dijo a su hijo que mejor no lo iba a comprar. Él se puso triste y a la vez enojado, porque Liliana ya le había prometido ese juego. Después de llorar un rato, ella le prometió comprarle otro juego. Al final compraron “Lego Batman”. Su hijo ahora entiende que no puede pedir el juego de GTA hasta que sea mayor. Liliana nos comentó que en el momento, ella se sintió triste porque no sabía cómo hacerle entender a su hijo que ese juego no era para él, y que trae cosas muy groseras y, por lo general, contenido no apto para su edad. Después, cuando compraron el otro juego, ella se sintió más tranquila.
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Dolor de la madre: no sabe cómo explicarle a su hijo que videojuegos son buenos para él. También le frustra no tener algo a la mano para averiguar rápidamente qué tipos de juegos son para su hijo.
Después le preguntamos qué es lo que busca en un juego para su hijo, o en qué se fija para comprarle y dejarle jugar los videojuegos que adquiere. Nos respondió que busca juegos que sean nuevos para su hijo, es decir, que no lo haya jugado antes, para que no se aburra. También busca que sean de aventura, y no le molesta que estén en inglés, porque así su hijo puede aprender más cosas.
Le preguntamos si juega con sus hijos videojuegos y en caso de afirmación, cómo siente que es el comportamiento de ellos. Nos respondió que si juega con ambos, pero más con el menor. Se sienta con él, le ayuda a pasar niveles, y que cuando ella no puede, su hijo mayor los ayuda. Nos dijo que el menor es tranquilo cuando juega, pero que hay juegos que le provocan un poco de frustración. Mencionó como ejemplo un videojuego de “Dragon Ball”, porque a veces no lo puede pasar. En esas ocasiones lo ayuda su hijo mayor.
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Dolor de la madre: su hijo menor se frustra con algunos videojuegos. Sin embargo, una solución que ella tiene es ayudarlo o pedirle a su hijo mayor que lo ayude.
Nos mencionó que le gusta que su hijo juegue videojuegos porque tiene que ingeniárselas para pasar los niveles, además de que prefiere que juegue su Xbox a que esté viendo videos en Youtube, porque en el caso de los videos y otros contenidos en internet, ella no los puede supervisar tan bien. De hecho, nos dijo que hace poco le había prohibido a su hijo menor ver videos porque había bajado de calificaciones, y que ahorita ya las está mejorando.
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Dolor de la madre: el contenido e internet es problemático para ella, porque no lo puede controlar y/o supervisar tan bien como un juego de Xbox (consola).
Conclusiones
Con estas entrevistas rápidas descubrimos que los padres sí tienen diversas frustraciones en los puntos de encuentro entre los videojuegos con sus hijos. Notamos que empezaban a haber algunos patrones de dolor:
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Los padres no pueden tener el control de todo lo que sus hijos puedan consumir, puesto que reciben influencia de los videojuegos por parte de otras vías como YouTube y la opinión de sus amigos.
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No saben cómo tratar el tema de los videojuegos con sus hijos en lo que respecta a tiempos de juego y si son o no aptos para su edad.
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Tienen preocupación (y prejuicios) por los videojuegos “violentos”.
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La mayoría desconoce de beneficios que los videojuegos podrían proporcionar al niño con un determinado control de los mismos.
Algo que comprobamos es que varios de los principios de diseño que hemos ido desarrollando antes de esta actividad se confirman, como es el caso de que los padres necesitan información comprensible y precisa, requieren de consejos para el balance de actividades digitales y no digitales, confianza para involucrarse y manejar el tema, entre otros.
Nos surge de esta actividad la siguiente pregunta: ¿Cómo podríamos aliviar (la mayoría) de los dolores con las ideas de prototipado que ya tenemos? Esta pregunta será la base para desarrollar nuestro prototipo de baja fidelidad que ya servirá como modelo de la posible propuesta final.